
Por tratar de apropiarse del patrimonio histórico de los michoacanos para su propia causa, un padrecito de Tzintuntzan fue abucheado por comuneros al iniciar su ceremonia religiosa.
Pobladores acudieron a la iglesia el pasado domingo, pero no para escuchar la ‘palabra santa’ sino para exigir la destitución del sacerdote Achuela, a quien señalan de tratar de expropiar el Histórico Convento Franciscano para hacerlo propiedad de la iglesia católica.


